Este reloj de acero elegante y a la vez deportivo, en el punto de encuentro entre la sofisticación técnica y la búsqueda de los principios estéticos, combina una complicación astronómica (la fase lunar de precisión) con un auténtico emblema de la Maison: la indicación retrógrada. La complicación poética, que presenta dos lunas de oro y un cielo plagado de estrellas, solo requiere un ajuste cada 122 años. Gracias a su cierre desplegable y a sus tres brazaletes (acero, piel y caucho) equipados con un sistema intercambiable, el reloj puede personalizarse de acuerdo con los deseos del propietario.