
CERTIFICACIÓN DE LA CABEZA DE RELOJ
Con el fin de satisfacer las expectativas de los clientes, el Sello de Ginebra impone un control absoluto de todo lo relacionado con las prestaciones de la “cabeza de reloj” (caja con movimiento encajado). Gracias a esta prueba funcional, es posible certificar lo que cada manufactura garantiza al cliente.
Precisión
Las marcas deben someter sus piezas a una simulación que reproduce las condiciones de vida normales de un reloj durante una semana. Una vez transcurridos los siete días, la hora indicada no debe superar una variación de un minuto.
Hermeticidad
Un reloj hermético debe soportar como mínimo la presión definida por el reglamento y la presión determinada por la marca.
Reserva de marcha
El reloj debe poseer por lo menos la reserva de marcha indicada por el fabricante.
Prueba de las funciones
Los controles garantizan el funcionamiento de todas las funciones del reloj.